Adaptación de la antigua fábula de China Hace muchísimos años, en China, un leñador perdió su hacha. Cuando se dio cuenta, se llevó las manos a la cabeza y se puso a gritar: – ¡Oh, no, no puede ser! ¿Qué voy a hacer ahora? ¡Qué mala suerte! Regresó a casa lamentándose y con lágrimas en …