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Las dos culebras – Cenicientas.es

Había una vez 2 culebras que vivían sosegadas y felices en las aguas atascadas de un cenagal. En este sitio tenían todo cuanto necesitaban: insectos y pequeños peces para comer, lugar de más para moverse y humedad suficiente para sostener refulgentes y en estupendas condiciones sus escamas.


Todo era perfecto, mas sucedió que llegó una estación más calurosa de lo normal y el cenagal empezó a secarse. Las 2 culebras procuraron continuar allá pese a que día tras día la tierra se resquebrajaba y se iba agotando el agua para tomar. Les generaba mucha tristeza revisar que su enorme y querido cenagal de aguas calentitas se estaba transformando en una pobre charca, mas era el único hogar que conocían y no deseaban abandonarlo.


Esperaron y aguardaron las deseadas lluvias, mas estas no llegaron. Con mucho dolor de corazón, debieron tomar la dura resolución de buscar otro sitio para vivir.


Una de ellas, la culebra de máculas oscuras, le afirmó a la culebra de máculas claras:


– Acá solo ya solo quedan piedras y barro. Creo, amiga mía, que debemos irnos ya o bien vamos a morir desecadas.


– Tienes toda la razón, vayámonos ya. Tú ve delante, cara el norte, que te prosigo.


Entonces, la culebra de máculas oscuras, que era muy inteligente y precavida, le advirtió:


– ¡No, eso es peligroso!


Su compañera dio un respingo.


– ¿Peligroso? ¿Por qué razón lo afirmas?


La sabia culebra se lo explicó de forma muy sencilla:


– Si vamos en fila india los humanos nos van a ver y nos van a cazar sin compasión ¡Debemos probar que somos más listas que !


– ¿Más listas que los humanos? ¡Eso es imposible!


– Bueno, eso ya lo vamos a ver. Escúchame atentamente: te vas a subir sobre mi espinazo mas con el cuerpo del revés y de esta forma voy a meter mi cola en tu boca y tu cola en la mía. En lugar de 2 víboras vamos a parecer un ser extraño, y como los humanos siempre y en todo momento tienen temor a lo ignoto, no nos van a hacer nada.


– ¡Buena idea, intentémoslo!


La culebra de máculas claras se encaramó sobre la culebra de máculas oscuras y cada una sostuvo con la boca la cola de la otra. Unidas de esa forma tan extraña, empezaron a reptar. Al moverse sus cuerpos se balanceaban cada uno de ellos para un lado formando una suerte de 8 que se desplazaba sobre la yerba.


Como habían previsto, en el camino se cruzaron con múltiples campesinos y cazadores, mas todos, al ver a un animal tan misterioso, tan enigmático, echaron a correr fallecidos de temor, pensando que se trataba de un diablo o bien un ser de otro planeta.


El inteligente plan funcionó, y tras múltiples horas, las culebras lograron su objetivo: muy agarraditas, sin soltarse ni un instante, llegaron a tierras lluviosas y fértiles donde había agua y comida abudantemente. Muy, muy contentas, prosiguieron apacibles con su vida en este nuevo y agradable sitio.


Moraleja: Si alguna te brota un inconveniente, lo mejor que puedes hacer es examinar todas y cada una los beneficios y también inconvenientes de la situación. Si piensas las cosas con calma y sabiduría, seguro que hallarás una buena solución.

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