Saltar al contenido

Los dos amigos y el oso – Cenicientas.es

Dos hombres que se consideraban buenos amigos paseaban un día por la montaña. Iban charlando tan animadamente que no se percataron de que un enorme oso se les aproximaba. Antes que pudiesen reaccionar, se plantó frente a ellos, a menos de 3 metros.


Horrorizado, uno de los hombres corrió al árbol más próximo y, de un brinco, alcanzó una rama bastante resistente por la que escaló a toda velocidad hasta ponerse a salvo. Al otro no le dio tiempo a escapar y se tumbó en el suelo haciéndose el fallecido. Era su única opción y, si salía mal, estaba acabado.


El hombre subido al árbol observaba a su amigo quieto como una escultura y no se atrevía a bajar a asistirle. Esperaba que tuviese buena suerte y el plan le saliese bien.


El oso se aproximó al pobre infeliz que estaba tirado en la yerba y empezó a olisquearle. Le dio con la pata en un costado y vio que no se movía. Tampoco abría los ojos y su respiración era muy enclenque. El animal le examinó meticulosamente a lo largo de un buen rato y al final, decepcionado, creyó que estaba más fallecido que vivo y se distanció de allá con aire indiferente.


Cuando el amigo cobarde verificó que ya no había riesgo alguno, bajó del árbol y corrió a abrazar a su amigo.


-¡Amigo, qué susto he pasado! ¿Estás bien? ¿Te ha hecho algún daño ese oso entrometido? – preguntó sofocado.


El hombre, sudoroso y incluso tremiendo por el temor que había pasado, le respondió con claridad.


– Por fortuna, estoy bien. Y digo afortunadamente por el hecho de que he estado a puntito de fallecer a raíz de ese oso. Creí que eras mi amigo, mas cuando viste el riesgo saliste corriendo a salvarte y me abandonaste a mi suerte. Desde este momento, cada uno de ellos va a ir por su parte, pues ya no confío en ti.


Y de esta manera fue de qué manera un susto tan grande sirvió para probar que no siempre y en toda circunstancia las amistades son lo que semejan.


Moraleja:La amistad se prueba en lo bueno y en lo malo. Si alguien a quien consideras tu amigo te abandona en un instante de riesgo o bien en que precisas ayuda, no confíes demasiado en él por el hecho de que seguramente, no es un amigo de veras.

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)