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El tigre y la vaca

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Una vaca que paseaba feliz y sosegada por el campo escuchó unos lloros lastimeros entre los verdes matorrales que daban paso al bosque. Fallecida de curiosidad se aproximó a ver quién se quejaba tan agriamente. Para su sorpresa verificó que era un tigre que había tenido la mala suerte de que el leño de un árbol cayese sobre él, dejándole atrapado y malherido.

El felino, al ver a la vaca, chilló pidiendo auxilio:

– ¡Por favor, sácame de acá! ¡Yo solo no puedo liberarme!

La vaca sintió pena mas sabía de más que si le asistía podría atacarla sin piedad.

– ¡Ay, no, no, no! Lo siento mucho mas si te quito ese leño de encima estoy muy segura de que me vas a comer.

El tigre lo pasaba verdaderamente mal. Llorando como un bebé, insistió:

– ¡Por favor, te lo ruego! Prometo que no te voy a hacer ningún daño. Tan solo deseo salir de esta trampa o bien voy a morir ya antes del amanecer.

La vaca deseaba irse de allá por el hecho de que no se fiaba ni un pelo, mas comenzó a sentir que debía hacer algo puesto que era una vaca buena que no aguantaba ver padecer a el resto. Vaciló unos momentos y al final, con el corazón encogido, accedió. Se acercó a él cuidadosamente y con la fuerza de su cabeza separó el leño.

El tigre, muy dolorido, se incorporó sin ni tan siquiera agradecer. Estaba agotado y precisaba tomar agua, mas sobre todo deseaba comer. Llevaba una semana apresado sin probar mordisco y tenía las paredes del estómago rígidas de tanta apetito. Se quedó pasmado mirando a la vaca de arriba abajo y comenzó a salivar, puesto que más que vaca veía un muy, muy rico filete.

Relamiéndose, la amenazó:

– ¿Sabes una cosa, vaca?…¡Ya voy a comerte!

La vaca se estremeció mas no se dejó atemorizar. Indignada, se enfrentó con el tigre.

– ¡No puedes hacerlo! ¡Has prometido no hacerme daño a cambio de liberarte!

– Sí, ya lo sé, mas si no te como me muero de apetito ¡No tengo elección!

– ¡Eres un mentiroso! ¡Nunca debí confiar en ti!

La cosa se ponía feísima cuando pasó por allá un conejo, renombrado por ser un tipo inteligente, instruido y justo, que siempre y en todo momento resolvía los enfrentamientos que brotaban en el bosque.

– ¡¿Qué pasa acá?! ¿Se puede saber por qué razón discuten tan vehementemente?

La vaca sintió alivio ante su presencia y le explicó detalladamente que el tigre la había engañado y estaba a puntito de devorarla. El felino, por su lado, expuso sus razones y trató de justificar su despreciable patraña.

El conejo, tras oír las 2 versiones, se puso a meditar al paso que se atusaba las barbas tal y como si fuera un enorme pensador de la Antigüedad.

Un minuto después, charló haciendo gala de determinada pedantería.

– Ya antes de decidir quién lleva la razón deseo que me muestren el sitio del acontencimiento para revisar con mis ojos de qué manera se desarrollaron los sucesos. Después, emitiré mi resolución.

Ambos apuntaron al unísono el leño caído y el conejo lo contempló pausadamente. Después, le señaló al tigre:

– A ver, tigre, colócate precisamente en el sitio donde te halló la vaca.

El tigre se tumbó de mala gana en ese sitio que le traía tan malos recuerdos.

– Y ahora , vaca, ponle el leño encima para poder ver de qué forma fue el accidente.

La vaca arrastró el leño y lo puso sobre el tigre, que nuevamente quedó inmovilizado.

– ¡Es de este modo como estaba cuando pasé por acá y le oí gemir!

Entonces, el conejo dio unas palmadas y le gritó:

– ¡Puesto que ahora corre, aprovecha para escapar! ¡Es tu única ocasión!

La vaca, viendo la jugada profesora del conejo, puso pies en polvorosa y desapareció en menos que canta un gallo. Cuando el conejo se cercioró de que estaba bien lejos, retiró el leño y liberó al tigre.

– ¡Espero que hayas aprendido la lección! Nunca uses la patraña para lograr tus propósitos y menos con alguien que haya peligroso su vida para salvar la tuya.

El felino se sintió burlado y muy abochornado. Desde ese día, fue franco y cumplió siempre y en todo momento su palabra.

© Cristina Rodríguez Lomba

Licenciada en Geografía y también historia. Especialidad Arte Moderno y Moderno.

Registrado en SafeCreative.

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