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Los deberes ¿son necesarios o una carga?

Bienvenidos a Planeta Primaria. Tenemos el placer de presentarles el combate terminante.
Esta semana nos subimos al cuadrilátero para contemplar la lucha por unos de los “títulos” más codiciados en la Educación: La posibilidad de decidir qué hacer con los deberes.

Ésta no es una “pelea” reciente, en tanto que cada cierto tiempo opositores y defensores de los deberes se ven las caras. Este problema hace que los miembros de la comunidad educativa se dividan en 2 bandos, golpeando a sus contrincantes con sus razonamientos en un intento de noquear dialécticamente a los otros.

¿Están preparados?
Damas y caballeros ¡Qué comience la lucha!

Detractores de los deberes.

A mi derecha, vistiendo de colorado y con un peso que equivale a muchos apoyos, el “No a los deberes”.

En este lado del ring hallamos, entre otros muchos, a la Federación de Consejos de Progenitores de Pupilos de Francia (FCPE), a la Asociación de Maestros y Profesores de R. Unido (ATL) y a la Confederación De España de Asociaciones de Progenitores y Madres de Pupilos (CEAPA). Estas asociaciones, de manera conjunta con miembros de los equipos enseñantes y profesionales de la educación, defienden que los deberes son un sobreesfuerzo en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Dicho proceso debería, sobre todo en la etapa de Educación Primaria, centrarse en el trabajo efectuado dentro de las salas.

Los golpes directos y ganchos que emplean para “atacar” a los deberes se centran en que:
– No son una herramienta pedagógica motivadora. Se ven como una labor impuesta que debe realizarse fuera del horario lectivo.
– Son un factor de continuación de la clase. No se pretende fortalecer la materia, sino más bien llenar los contenidos que no se han podido ver durante el día o bien al final de curso.
– Acarrean desigualdades sociales. Muchos progenitores no pueden permitirse costear profesores particulares que satisfagan los conocimientos o bien el tiempo de dedicación del que no disponen, lo que favorece niveles desperdigados de desempeño académico en el sala.
– No dejan desarrollar otras actividades. Una excesiva carga de deberes puede conllevar la necesidad de centrar, en exactamente los mismos, todo el ahínco y el horario libre para efectuar otras actividades lúdicas o bien deportivas.
– Crean tensiones familiares y agobio entre los pupilos al ser parte de los folletines de evaluación. Muchos progenitores sienten la necesidad de comunicar a los tutores los motivos por los cuales el pupilo no pudo efectuar los deberes.

Defensores de los deberes.

Y a mi izquierda, vistiendo de verde y con un peso logrado mediante sus muchos valedores, el “Sí a los deberes”.

En el otro lado del cuadrilátero se hacen fuertes asociaciones como Federación de Progenitores por la Educación Pública de Francia (PEEP) o bien la Confederación Católica Nacional de Progenitores de Familia y Progenitores de Pupilos de España (CONCAPA), apoyados por estudios de la Universidad de Oxford y Birbeck que determinan la relación directa entre los deberes y el desempeño académico. Dicho estudio concluye que a mayor número de horas dedicadas, mejores son los resultados escolares.

Para sortear y bloquear a sus contendientes, favoreciendo una defensa activa, los defensores exponen que los deberes diarios:
– Dejan que los pupilos sean más autónomos, mejorando la inteligencia intrapersonal y las competencias: aprender a aprender, sentido de iniciativa y espíritu emprendedor.
– Son herramientas que asisten a fortalecer, comprobar o bien ampliar los contenidos trabajos en el sala. Consolidan los aprendizajes por medio de la reiteración.
Hacen que los pupilos sean más responsables. Se les confía una labor que han de ser capaces de efectuar y presentar conforme a unos objetivos planteados.
– Dejan que los pupilos sean incesantes. Les ayuda a adquirir un ritmo y una rutina de trabajo.
– Les encara a las contrariedades tanto de cursos superiores como de la vida. El planeta laboral en ocasiones demanda trabajar fuera de la jornada de trabajo.

Conclusión

La mayoría de profesionales del campo educativo, entre aquéllos que se halla la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España (Copoe), aboga por un resultado equitativo del combate.
Los deberes son precisos desde cierto punto de vista pedagógico siendo consonantes con los objetivos, las necesidades y los intereses de los pupilos. En la etapa de Educación Primaria tienen que centrara en las consecución de las competencias básicas. Facilitar al pupilo experiencias enriquecedoras que favorezcan su inventiva, el pensamiento abstracto, la resolución de inconvenientes o bien la entendimiento y la expresión lingüística, por medio de las labores escolares.
Estos, los deberes, deben adecuarse a las peculiaridades del pupilo y su nivel educativo, no excediendo la media hora en los primeros cursos de la etapa, en los que la lectura y el recitado han de ser una parte de su contenido.

David Perelló Marugán

David Perelló Marugán es Psicopedagogo en Orientación y Asesoramiento y Profesor especialista en Educación Primaria. Técnico de Capacitación. Formador de procesos de enseñanza-aprendizaje Y también-learning.

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