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Educar vs Enseñar ¿Cuál es el papel de los colegios?

Cada vez se me hacen más largas las esperas hasta la llegada del metro.

En una de estas inacabables estancias en el andén escuché: “Algo pasa en las escuelas, no son lo que eran. Mi hijo no sabe ni la lista de los reyes godos”. El comentario procedente de la señora de al lado, a otra mujer, me hizo meditar sobre los nuevos modelos pedagógicos.
El aprendizaje memorístico de los 33 reyes visigodos ordenados cronológicamente, se ha empleado como un ejemplo de la pedagogía más tradicional, basada en contenidos. En la actualidad la pedagogía tiende hacía otros caminos más acordes con las competencias.
Si bien parezca contradictorio con los presentes modelos pedagógicos la opinión de la señora cada vez es más usual. Esta reflexión se hace eco de las contrariedades que encara el Sistema Educativo De España.
El problema está planteado: ¿Las escuelas deben instruir o bien enseñar?, y listo para el discute.

Educar en frente de instruir ¿Cuál es el papel de los institutos?

La utilización indiscriminada de estas palabras hace bastante difícil distinguir su sentido pleno.

Educar

Procede del latín “educare”. Significa conducir, dirigir, dirigir, guiar, orientar, etcétera Vinculado con “ducere”, conducir y “educere”, extraer fuera. Consiste en desarrollar las habilidades y capacidades del pupilo, atendiendo a sus aspectos (físicos, intelectuales, sociales y éticos). La educación una parte de una metodología basada en los ejercicios prácticos, la experimentación o bien la reflexión. El pupilo es el protagonista de su aprendizaje y el profesor un guía que mejora las herramientas dirigidas a fin de que pueda a ejercer una adecuada ciudadanía activa.

Enseñar

Procede del latín “insignare”, indicar. Significa enseñar, doctrinar, adiestrar con reglas o bien preceptos, enseñar o bien exponer algo a fin de que sea visto y apreciado.

El papel de los colegios: Enseñar

Varios especialistas están conformes con la idea de Saramago. Conforme los especialistas, los nuevos sistemas pretenden hacer demasiadas cosas, todavía cuando no son capaces, abocándose al final a no hacer ninguna, ni tan siquiera la esencial, la enseñanza.
Estas creencias se asientan en un sistema criticado por el exceso de burocracia, las clases laborables de 45 minutos, la masificación de las salas, la escasez de apoyos para atender la diversidad, la implantación inapropiada del bilingüismo o bien las evaluaciones centradas en contenidos.
Esto hace, para determinados miembros de la comunidad educativa, que la meta planteado, enseñar, se transforme en una quimera para la mayor parte de escuelas y maestros.
La educación pide tiempo, esmero, dedicación y recursos; y cuando estos escasean, como reconoce J. Luetich (dos mil dos), “la educación se transforma en instrucción”.

El papel de los colegios: Educar

El premio Nobel José Saramago afirmó en un ciclo de conferencias: “Yo fui educado por unos progenitores que eran analfabetos”.
Indudablemente la familia es uno de los ejes o bien pilares esenciales en la educación de los hijos, siendo el primer agente socializador del pupilo, y aquel que le va a acompañar en prácticamente todas las contrariedades durante su vida.
Diferentes autores aseveran, sin negar el papel relevante de la familia, que es principal que la escuela adquiera una responsabilidad mayor en la educación de los pupilos. Se fundamentan en las restricciones de las familias siendo estructuras muy particulares en las que es bastante difícil enseñar la globalidad existente.
Estas restricciones se contraponen con una sociedad alterable que tiende a la universalidad y a la asociación. Es la escuela donde el sistema es capaz de proveer experiencias que favorezcan el conjunto de las facultades precisas para vivir de forma activa en sociedad.

Educar vs Enseñar: Conclusión

No puede existir educación sin instrucción, y la escuela debe encarar las demandas actuales que requiere la sociedad, contando con el apoyo y el ahínco de las familias. Mas para esto debe ser congruente con sus restricciones, conociéndolas y buscando mecanismos que le deje hacerlas frente.
Debe marcarse una dirección, centrada en la capacitación y también instrucción del pupilo, y ser incesante, sin ir dar saltos ásperos cada 4 o bien 8 años.
Otra cosa son los tiempos de espera entre metro y metro.

David Perelló Marugán

David Perelló Marugán es Psicopedagogo en Orientación y Asesoramiento y Profesor especialista en Educación Primaria. Técnico de Capacitación. Formador de procesos de enseñanza-aprendizaje Y también-learning.

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