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Descubriendo los secretos del antiguo Egipto. – ⭐Cenicientas.es

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Durante muchos siglos, los jeroglíficos del antiguo Egipto estuvieron rodeados de misterio. Muchos estudiosos han intentado cada temporada descifrarlos, pero nunca lo han conseguido. Parecía una tarea imposible hasta que ocurrió algo que lo cambió todo.

¿Quieres saber cuál era la clave?

Si tiene curiosidad, siga leyendo y aprenderá mucho sobre este apasionante tema, para más curiosidades siguenos en nuestra web.

¿Qué son los jeroglíficos?

Los jeroglíficos son un sistema de escritura creado por los antiguos egipcios. Se utilizaban unos 3.000 años antes del nacimiento de Jesucristo, hace unos 5.000 años, lo que las convierte en una de las formas de escritura más antiguas del mundo.

La palabra «jeroglífico» procede de la lengua helenística y significa «palabras escritas sagradas».

La aparición de los jeroglíficos

Cuando el hombre aprendió a escribir, dio uno de los mayores pasos en la historia de la humanidad.

El hombre primitivo podía hacer dibujos del hombre, de los objetos y de los animales que cazaba, pero en algún momento esto ya no fue suficiente, por lo que tuvo que desarrollar un sistema mediante el cual pudiera registrar sus ideas, sus conocimientos o todos los datos esenciales de la vida cotidiana en un soporte físico. En resumen, tenía que encontrar la manera de transferir la lengua hablada a un sistema permanente.

Los egipcios lo hicieron magistralmente al inventar el sistema pictográfico, un valioso sistema de escritura con símbolos. Cada símbolo representa una imagen auténtica de la vida cotidiana y la naturaleza.

¡Esto no hay quien lo comprenda!

Verdad…. muchas veces los miro, no los entiendo, y creo que tú también. Y a pesar de los sencillos dibujos y de que muchos de ellos son fácilmente reconocibles, es un sistema muy complejo de escribir y entender.

Es cierto que algunas de las palabras son dibujos reales, es decir, si querían escribir la palabra «pájaro» dibujaban un pájaro, o si querían escribir la palabra «ojo» dibujaban un ojo.

A primera vista, puede parecer sencillo, ¿verdad? Pero la cosa no queda ahí, porque en muchos casos los combinan de diferentes maneras para crear una palabra. Un caso, traducido al español para ayudarnos a entender, sería dibujar un sol y un cubo para hacer la palabra «soldado».

Ahora piensa en ello… ¿Pueden derivarse conceptos abstractos como «alma», «traición» o «afecto»? ¿Y podemos formar frases como «El faraón lanzó un desafío que conmovió a su pueblo» o «Los hermanos se reunieron para encontrar una solución»? No, por supuesto que no. Así que no les queda más remedio que inventar un alfabeto en el que cada dibujo ya no corresponde a un objeto sino a un sonido: cuando quieren dibujar una letra, dibujan un búho, y cuando quieren dibujar la letra r, el símbolo es una boca. Si varias letras juntas forman un nuevo sonido, en este caso mr, tienen su símbolo correspondiente.

Su forma de escribir tampoco es como la nuestra, porque escriben con líneas verticales u horizontales que se leen de izquierda a derecha o de derecha a izquierda. El resultado es una cuadrícula de imágenes agrupadas de diferentes maneras.

Lo que acabo de contar es sólo una pequeña parte de cómo se escriben los jeroglíficos. Como se puede imaginar, su significado sólo lo entendían las personas que lo conocían. La gente común sólo veía una mezcla de dibujos hermosos y muy artísticos, pero se preguntaba qué debían decir.

CURIOSIDADES SOBRE LOS JEROGLÍFICOS EGIPCIOS

¿Dónde se usaban los jeroglíficos?

Este tipo de escritura es tan elaborada que se utiliza principalmente en monumentos, muros de templos y tumbas para contar historias como los logros militares o la vida de los faraones. En estos casos, los símbolos están tallados en materiales duros como la piedra y suelen estar coloreados. El resultado fue increíblemente hermoso.

Los jeroglíficos también se utilizaban para escribir con pincel y tinta sobre papiro o madera. En este caso, los dibujos se han realizado de forma más sencilla y esquemática para agilizar el trabajo.

¿Cuánto crees que tardaría una persona en escribir un informe, un libro científico o una obra literaria basada en un dibujo? Se decía que era tan larga que hasta la persona más paciente podía sufrir un ataque de nervios. Por ello, con el tiempo se desarrollaron nuevos tipos de escritura más sencillos para el uso cotidiano, y la hermosa escritura jeroglífica tradicional se reservó para los grandes monumentos religiosos.

Esta tradición se mantuvo hasta el siglo IV d.C., tras lo cual los egipcios abandonaron para siempre este sistema de escritura artística.

¿Quiénes escribían los jeroglíficos?

Es importante recordar que en el antiguo Egipto casi nadie sabía leer ni escribir. Era un privilegio que sólo tenían las personas influyentes, como la realeza, los sacerdotes y los escribas.

Los escribas eran muy importantes en el antiguo Egipto porque se encargaban de redactar los documentos del gobierno, de preparar los informes sobre la economía nacional, etc. Como mucha información secreta y valiosa pasaba por sus manos, al principio sólo podían confiar en el faraón.

Sus hijos heredaron el oficio de escribano, que aprendieron desde pequeños. Además de leer y escribir, aprenden historia, gramática y muchas otras materias. Gracias a esta oportunidad, se convirtieron en hombres educados con buenos salarios.

Con el tiempo, incluso los niños de origen humilde podían prepararse para ser buenos escribas en el futuro, lo cual era un mérito de sus padres.

Los escribas utilizaban paletas de colores y escribían sobre el papiro con un pincel hecho con un tallo delgado, sentados con las piernas cruzadas en el suelo. Tenían que ser muy precisos para hacer jeroglíficos perfectos. Eran verdaderos artistas.

El descubrimiento del misterio merced a la piedra de Rosetta

Cuando en el siglo IV. Cuando los jeroglíficos dejaron de estar escritos, se convirtieron en un misterio, pues su significado se perdió en la bruma del tiempo. La gente admiraba su belleza, pero nadie, ni siquiera los más eruditos, sabía cómo descifrarlos.

A finales del siglo XVIII, el general francés Napoleón Bonaparte invadió Egipto con miles de soldados. En el verano de 1799, miembros de su ejército estaban cavando una trinchera en la ciudad de Rosetta. De repente, un soldado tropezó con una extraña piedra que le llamó la atención. La desenterraron y descubrieron que se trataba de una roca pulida de color marrón oscuro, de más de un metro de altura, con un texto grabado dividido en tres partes. Cada parte estaba escrita en una lengua diferente: la primera en jeroglífico, la segunda en egipcio demótico y la tercera, afortunadamente, en griego.

¿Por qué digo «afortunadamente»? Porque el griego antiguo era una lengua familiar y podía traducirse sin dificultad. Un grupo de estudiosos se dio cuenta de que la Piedra de Rosetta era un descubrimiento muy importante y que se trataba del mismo texto en tres idiomas diferentes.

Jean-François Champollion, historiador francés experto en la cultura egipcia, dedicó más de veinte años de su vida a correlacionar los tres textos y finalmente consiguió descifrar el significado de los jeroglíficos, que había permanecido oculto durante tantos años.

Fue en el año ochocientos veintidós, y se cuenta que en el momento en que lo consiguió, corrió a casa de su hermano y dijo: «¡Lo tengo!». Estaba tan agotado y conmocionado que, al parecer, pasó cinco días en cama hasta que se recuperó de la conmoción.

Dato interesante: Champollion nunca ha visto la Piedra de la Roseta en persona desde que fue llevada a Londres en 1982 y conservada en el Museo Británico. Para descifrar los jeroglíficos, tiene que conformarse con una copia en papel, que crea untando de tinta la piedra como si fuera una copia calcada.

¿Quieres saber más sobre los jeroglíficos egipcios? Mira aquí en la Wikipedia.

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