Saltar al contenido

Quién ideó los libros

¿En qué momento se idearon los libros? Los historiadores tienden a admitir que los libros (no como los conoces ahora) fueron inventados ya en torno por año dos mil a.C., extendiéndose su empleo sobre todo a lo largo del Antiguo Egipto. Mas, como afirmamos, no se trataba de libros como los que conoces ahora, en tanto que los libros modernos son el resultado de una serie de inventos anteriores y de siglos de evolución.

Entonces, ¿qué es un libro? Los libros se definen como una colección de hojas de papel (páginas), o bien material afín, escrito a mano o bien impreso y encuadernado y encerrado entre cubiertas protectoras.

La evolución de los libros empezó con el desarrollo de la escritura y con la invención del papiro, del pergamino y del papel, lo que acabaría dando sitio al libro moderno una vez inventada asimismo la imprenta por Johannes Gutenberg, instante en el que pasarían de estar escritos a mano, a ser libros producidos de forma mecánica y en masa. Después la revolución industrial traería la invención de la imprenta de gran velocidad a vapor, de la mano de Ottmar Mergenthaler, y la máquina de escribir en el año mil ochocientos sesenta y siete gracias a Christopher Latham Sholes. La publicación de ebooks no brotaría hasta la llamada “era de la informática” y el acceso a Internet, proporcionándonos de este modo bibliotecas hasta en nuestros hogares con una simple pantalla.

Se ignora el nombre del inventor de los libros, pues no se deben solo a una sola persona, sino más bien a la suma de los sacrificios y los avances de muchas. En todo caso, podemos establecer unos orígenes aproximados de unos dos mil años, situándonos a lo largo del periodo dinástico temprano (tres mil cien – dos mil seiscientos ochenta y seis a.C.) del Viejo Egipto.

La invención de los libros no hubiese sido posible tampoco sin la invención de la escritura y el alfabeto, descubrimientos que tuvieron sitio en múltiples civilizaciones con sistemas independientes. Por servirnos de un ejemplo, la vieja civilización mesopotámica creó el primer sistema de escritura y el primer abecé en el dos mil novecientos a. C. Aquella forma de escritura mesopotámica, llamada “cuneiforme”, se hizo originalmente en tabletas de arcilla y se transformó en una escritura alfabética llamada “ugaritic”. Los fenicios copiaron después esta idea y desarrollaron el abecedario fenicio en torno por año tres mil a.C. Los egipcios, por su lado, no desarrollarían su escritura jeroglífica hasta el dos mil cuatrocientos d.C.

El material que utilizaban los egipcios para redactar se llamaba papiro, que se conseguía desde una planta que medraba a lo largo del río Nilo en Egipto. De ahí que sus primeros “libros” no tenían una forma normal para nosotros, sino tenían forma de rollo y múltiples hojas pegadas formando una hoja súper larga. Los griegos y los romanos adoptaron asimismo el papiro en siglos siguientes, si bien lo usaban en combinación con el abecé heleno y latino y no con jeroglíficos.

El papiro era un material muy costoso y solo se podía conseguir de Egipto, con lo que pronto se fueron buscando otros materiales para poder sustituir al papiro como sistema de escritura, con lo que aparecería el pergamino merced a un gobernante heleno llamado Eumenes I (doscientos sesenta y tres-doscientos cuarenta y uno antes de Cristo), que estaba hecho de piel de oveja o bien piel de cabra encalada, raspada, empapada en tanino y secada bajo tensión. El pergamino hecho de piel de ternera se llamaba vitela.

Los romanos darían después un pasito más ideando el primer bloc de notas merced a Julio César (cien antes de Cristo – cuarenta y cuatro a. de C.), tras plegar pedazos de pergamino unos sobre otros para redactar. Después, el códice (un libro o bien manuscrito elaborado y escrito a mano), se edificó con múltiples hojas hechas de pergamino, vitela o bien papiro, que por último sustituiría el empleo de los pergaminos. Estos códices, propios de la Edad Media, eran elaborados en su mayor parte por frailes.

Ya en la Edad Moderna, la imprenta de Gutenberg dejaría la realización de múltiples versiones idénticas de un mismo libro, algo que era absolutamente imposible cuando se efectuaban a mano. La imprenta dejó, en consecuencia, la impresión de miles y miles de libros y millones de gacetas y folletos hasta nuestros días.

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)