Antes, cuando los progenitores se notificaban sobre un suspenso, estaban seguros de que el niño precisaría estudiar más. Ahora, cuando se notifican sobre un suspenso se preguntan a sí mismos si quizás el maestro es demasiado exigente con el niño. Este punto de vista lleva a muchos progenitores a tener inconvenientes con los profesores de sus hijos en lugar de meditar que son especialistas en educar y que, si las notas no son las idóneas, es por el hecho de que el niño precisará dedicar más tiempo al estudio.
¿Qué pueden hacer los profesores para conocer mejor a los progenitores de los pupilos?
1. Prosperar la comunicación.
Las asambleas entre progenitores y profesores son esenciales para lograr que el pupilo tenga buenos resultados académicos. El maestro debe preocuparse por progresar su comunicación con cada uno de ellos de los progenitores, y comentar las contrariedades que su hijo puede estar teniendo en clase. No debería aguardar a que un suspenso comunique al padre que el pupilo tiene inconvenientes en la materia, sino va a deber haber comentado estas contrariedades y sugerido ciertas soluciones. Muchos progenitores pasan un buen tiempo con sus hijos pero no conocen a sus profesores, y esto explicaría por qué razón los progenitores pueden llegar a proteger al pupilo que ha recibido un suspenso. En cambio, si el maestro se ha preocupado por conocerles mejor y ha señalado las contrariedades que el pupilo tiene en la materia, va a ser más probable que el enfrentamiento entre padre y maestro jamás brote.
2. Conocer mejor a cada uno de ellos de sus pupilos.
Cada niño vive una situación diferente. Conocer a los progenitores dejará al maestro saber un tanto más sobre cada uno de ellos de sus pupilos, y este conocimiento va a ser esencial para enseñarle mejor.
¿Qué pueden hacer los progenitores para prosperar su relación con los profesores de sus hijos?
1. No resguardar demasiado.
Querer lo mejor para los hijos es señal de ser un buen padre, mas resguardar demasiado no lo es. Los niños deben aprender que son responsables de sus actos, y que si no han estudiado lo bastante para un examen precisarán comprobar todos y cada uno de los conceptos y solucionar todas y cada una de las dudas. Si el padre soluciona cada inconveniente que el niño tiene en clase no le va a enseñar a ser independiente, a enfrentarse a estas contrariedades y a hallar la solución. En el caso de un suspenso, la solución va a ser estudiar más y solicitar ayuda si lo precisa.
2. Entender el papel de los profesores.
El padre precisará ser un caso a continuar y instruir a sus hijos a portarse bien, a enseñar respeto, a batallar con lo que desean lograr y a aprender mucho para cualquier día lograr el trabajo de sus sueños. Mas el papel del maestro asimismo es esencial, por el hecho de que exactamente en sus manos está la educación que puede asistir al hijo a transformarse en el profesional que quiere ser. Los progenitores han de ser siendo conscientes de que los profesores, lejos de ser contrincantes, son aliados por el hecho de que tienen exactamente el mismo objetivo.
3. Solicitar consejos.
Si el maestro comenta que el pupilo no entiende algunos conceptos, no muestra suficiente interés en la materia, llega tarde a clase o bien algunas veces entrega los deberes sin haberlos acabado o bien revisado, el padre no va a deber crear ningún género de enfrentamiento sino debería comprender que la pretensión del maestro es buena y que en sus manos está solicitar los consejos que podría precisar para asistir a su hijo en casa. ¿Debería repasar sus deberes? ¿Qué unas partes de la materia son más difíciles para su hijo? ¿En qué momento va a tener exámenes? El maestro sabe las contestaciones a estas preguntas y van a poder explicarle exactamente en qué precisa ayuda su hijo.