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La música en el cerebro de los niños: 12 beneficios

La música es casi imprescindible en nuestras vidas. Estamos rodeados de manera continua por armonías y canciones, y hacemos bien. La música es un medio de expresión universal que tiene abundantes efectos positivos en el humano, singularmente a lo largo de sus primeros años. Desde el momento en que nacemos, afecta a nuestro cerebro y, a lo largo de los primeros pasos en la vida, ayuda a nuestro desarrollo cognitivo, social, motor, sensible y del lenguaje.

Efectos positivos de la música en los niños

Diversos estudios prueban la relevancia de la música como ayuda para el desarrollo intelectual, puesto que produce gran cantidad de actividad neuronal. Es el estímulo humano que más unas partes del cerebro activa. La exposición desde recién nacidos a la música, en especial a la tradicional, y su desarrollo musical conforme van medrando, así sea cantando, bailando o bien tocando un instrumento, tienen los próximos efectos positivos en los niños:

#1 Incremento de la memoria, la atención y la concentración

Al atender a la armonía y a la letra de las canciones, los niños aprenden a rememorar y reproducir lo escuchado mientras que se divierten cantando. Es una actividad que les chifla y que al unísono fortalece todas y cada una estas peculiaridades.

#2 Mejora de la fluidez de expresión

Tanto hablada como anatómico, esta se desarrolla al cantar y danzar. Entonar la letra de una canción resulta fácil cuando se conoce su ritmo, con lo que el niño puede reiterar oraciones complejas que de otra forma no emplearía. El baile le aporta la capacidad de expresarse con el cuerpo y tocar un instrumento agrega una forma nueva de comunicación.

#3 Mayor sencillez para la resolución de problemas

La percepción de los patrones rítmicos aumenta el argumento del niño para localizar soluciones más complejas a problemas y de lógica. Si además de esto se le agrega la educación musical, el efecto aumenta: entender la duración de las notas en una partitura activa de forma directa la zona del cerebro relacionada con las operaciones matemáticas.

#4 Estimulación de la imaginación y la creatividad

Enfrentarse a una disciplina artística hace que se desarrolle el planeta interior del niño. Asimismo aumenta su habilidad para desplegar otras materias de exactamente la misma rama, como el dibujo y la pintura. Además de esto, el reconocimiento de patrones rítmicos en una armonía actúa sobre la zona creativa y la motivadora del cerebro, impulsando de forma directa al niño a desarrollar su imaginación.

#5 Refuerzo del lenguaje

Las letras de nuevas canciones aportan palabras y sonidos a fin de que el niño pueda ampliar su léxico. Nuevamente, cabe nombrar la sencillez para reproducir oraciones complejas cuando se prosigue un ritmo que en otro contexto el niño no emplearía. La música es asimismo un enorme apoyo para el aprendizaje general, con lo que puede ser un recurso educativo directo.

#6 Desarrollo del equilibro, los sentidos y los músculos

Al danzar amoldando sus movimientos a los ritmos, el niño adquiere mayor coordinación, fuerza muscular y sentido espacial. Le ayuda a aprender a moverse y a ser siendo consciente del espacio que le circunda.

#7 Enriquecimiento del intelecto

La evocación de recuerdos relacionados con la música provoca un desarrollo intelectual mayor en el niño. La creación de memorias está relacionada muy frecuentemente con canciones y hay recuerdos específicos que se despiertan con gran sencillez al regresar a escucharlas.

#8 Incremento de la sociabilidad

La música les da la ocasión de interaccionar con otros niños y con adultos, dándoles más ocasiones para desarrollarse en sociedad. Bailes en conjunto, conjuntos de canto o bien el mero hecho de conocer exactamente la misma canción hacen que los niños puedan conocer a más gente y divertirse juntos.

#9 Mayor control de los estados de ánimo

La música evoca emociones tanto en niños como en adultos: puede relajarnos o bien puede activarnos cuando escuchamos las armonías adecuadas. Oír canciones alegres puede progresar desde un instante triste hasta un estado esencial de agobio.

#10 Implantación de rutinas

Al asociar ciertas actividades a música y canciones específicas, el niño se acostumbrará a efectuarlas cuando vuelva a percibir la armonía que relaciona con ellas, haciendo asimismo que se vuelva más disciplinado.

#11 Incremento de la autoestima

El aprendizaje de canciones y bailes, así sea como ocio o bien como actividad supervisada, aporta al niño mayor amor propio a través de una acción entretenida y entretenida. Lograr tocar una armonía con un instrumento provoca exactamente la misma reacción.

#12 Mejora de la salud

La música tiene el efecto de calmar el dolor y robustecer el sistema inmunológico. Asimismo ayuda a regular la respiración y los latidos del corazón, con lo que logra aliviar y relajar. Oír armonías sosegadas y alegres ayuda para la restauración tanto física como mental.

Los beneficios son extensos y variadísimos. A ellos se puede sumar el hecho de que este desarrollo cerebral afecta una vez pasados los años asimismo al adulto, con lo que se puede revisar que la música es de vital relevancia en el entorno infantil. Tanto progenitores como educadores deben conocer estos efectos positivos para ser siendo conscientes de la influencia que implica el empleo de armonías y canciones a lo largo de la educación del niño y para saber rodearle de un entorno que robustezca su desarrollo. La música es un refuerzo positivo y poderoso para todos.

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