Saltar al contenido

El Coliseo de Roma – ⭐Cenicientas.es

El Coliseo de Roma – ⭐Cenicientas.es

¿Se ha preguntado alguna vez qué era exactamente el Coliseo romano y para qué se utilizaba? Tal vez no, pero seguro que lo has visto en películas, dibujos o videojuegos.

Aunque hoy esté en ruinas, sigue impresionando por su tamaño y belleza. Desde el año dos mil siete, se considera una de las siete maravillas del planeta moderno.

Si miras las fotografías y dejas volar tu imaginación, te harás una idea de cómo era hace dos mil años, así que ¿por qué no ahondar un poco en su historia?

¡A los romanos les agradaba divertirse!

Como sabes, una de las civilizaciones más importantes de la antigüedad fue la romana. A lo largo de los siglos, los habitantes de la ciudad de Roma conquistaron muchos territorios y crearon un vasto imperio que abarcaba partes de Europa, Asia y África. Conocemos este periodo como el Imperio Romano.

En aquella época, los emperadores tenían todo el poder. Una de las formas de demostrar su grandeza fue la construcción de enormes y magníficos edificios en sus fincas y especialmente en Roma, la capital del imperio.

El pueblo de Roma era muy aficionado al entretenimiento, y los emperadores se alegraban de ver a su pueblo entretenido. Al igual que nosotros tenemos cines, museos o parques de atracciones para entretenernos, ellos disponían de lugares únicos de entretenimiento: teatros para ver obras de teatro, circos para las carreras de caballos o anfiteatros para diversas actividades festivas.

El Coliseo de Roma es un enorme anfiteatro romano, el mayor y más extenso de todos los anfiteatros que han existido. En realidad se llama Anfiteatro Flavio, pero todo el mundo lo conoce como Coliseo Romano.

El emperador Vespasiano ordenó su construcción en el año 72 d.C. y se terminó en un tiempo récord: ¡en menos de diez años!

 

¿De qué manera era el Coliseo cuando se edificó?

El Coliseo romano, como todos los anfiteatros, tenía forma ovalada y contaba con gradas para que los espectadores pudieran ver bien los espectáculos. Tenía asientos para cincuenta y cinco mil personas. Eso es más o menos lo que cabe en muchos campos de fútbol grandes hoy en día, y créanme, cualquiera de los habitantes de ciudades actuales como Wesca o Segovia podría caber allí.

El mejor asiento -la tribuna- estaba reservado para el emperador y su familia, y los demás espectadores se sentaban según su nivel de riqueza e importancia. Los más pobres se sentaban en la parte más alta, desde donde la vista era lógicamente la peor.

En el suelo cubierto de madera y arena había espacio para diversas actuaciones. Como en verano hacía mucho calor, todo el coliseo se cubrió con una enorme lona para proteger a los espectadores del sol. Sofisticados antiguos romanos, ¿no crees?

Bajo el suelo había pasillos, jaulas para animales y mazmorras donde se encarcelaba a los prisioneros. Las fotografías muestran que este piso ya no existe, por lo que podemos ver todo el laberinto del subsuelo.

Espectáculos en el Coliseo

Los romanos disfrutaban de varios espectáculos en el Coliseo. Uno de los acontecimientos más sorprendentes fue la realización de una arena acuática para la demostración de batallas navales. ¿Te imaginas las naves en el Coliseo, porque eso es exactamente lo que era?

También había peleas con animales salvajes (leones, panteras, elefantes…) que se traían de lugares lejanos, o los pobres prisioneros tenían que enfrentarse a estas terribles bestias.

Por supuesto, el plato fuerte, como vemos en las películas romanas, eran las batallas de gladiadores. La mayoría de los hombres eran esclavos y prisioneros que debían entrenar duramente y empuñar diversas armas como lanzas y espadas.

Cuando se les entrenó, se les obligó a luchar entre ellos. Para un gladiador era importante salir victorioso de un encuentro tan difícil, porque sabía que era la única manera de salvar su vida y, además, podía ser recompensado con la libertad. Su única opción era darlo todo hasta el final.

El Coliseo romano se utilizó para estos fines durante muchos años, pero con el tiempo numerosos terremotos destruyeron parte de su estructura. Llegó el momento en que no se pudo reconstruir y quedó en estado de ruina. Muchas de las piedras caídas se utilizaron para otras construcciones o fueron robadas por los ladrones.

Después de haber aprendido tanto, ¿te gustaría ir a Roma, entrar en el famoso Coliseo y sentirte como un viejo romano por un rato? Quién sabe… Quizás algún día lo hagas.

De momento el equipo  Cenicientas le ofrece un vídeo muy breve que muestra una reconstrucción virtual de cómo era el Coliseo cuando se inauguró. Lo disfrutarás.

No, prefiero transformarme en un genuino especialista en El Coliseo. Pincha aquí

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 3 Promedio: 5)