La aplicación de correo electrónico WhatsApp se ha convertido en una parte integral de nuestros teléfonos móviles y de nuestras vidas. Aceptamos sus condiciones, animados por la gratuidad del servicio y la necesidad imperiosa de pertenecer al grupo. Pero, ¿hemos considerado alguna vez lo peligroso que es grabar lo que nos viene a la mente?
Supongo que repetir un acto durante meses y años lo hace menos peligroso en nuestra opinión. De lo contrario, sería difícil explicar lo que ocurrió en el instituto de Kasarubuelos.
El caso de Casarrubuelos
Las copias de las conversaciones de un grupo de WhatsApp creado por la junta directiva del único colegio del pueblo llegaron a los vecinos de Kasarubuelos, que leyeron atónitos los desmentidos que se hacían en la solicitud contra varios profesores, alumnos y padres del centro. Comentarios airados que ignoran el objetivo de los kits de WhatsApp escolares. Está lleno de insultos diversos a las madres, a los padres y a sus hijos.
El Ministerio de Educación ya ha tomado las medidas necesarias para un caso de esta magnitud. El primero de ellos es suspender cautelarmente al director y abrir un expediente disciplinario al director del centro y a cinco profesores por considerar los mensajes «molestos, humillantes y además inapropiados».
Estos mensajes, impropios de un profesional de la educación, han puesto en entredicho el uso de los grupos de WhatsApp del colegio por parte de nosotros, los profesores, y las familias.
¿Qué no debemos hacer?
Algunos consejos que debes tener en cuenta si formas parte de un grupo creado por padres o profesores para tratar temas en el aula. Incluso antes de empezar a escribir, deberíamos pensar en WhatsApp:
No se trata de un psicólogo:
No hable de sus preocupaciones individuales con un alumno o un profesor en particular. Tampoco es un lugar para desahogarse sobre los problemas de la vida escolar, especialmente si estás enfadado.
No se trata de una agenda:
Cada uno tiene la suya y es él quien debe organizarse. Los alumnos y los profesores deben saber cuándo es el examen, qué tareas tenemos al día siguiente y cómo afrontarlas sin necesidad de ayuda extra.
No es un amigo:
Aunque le dediquemos muchas horas de nuestra vida. Por eso hay que mantener un lenguaje formal cuando se envían mensajes por Whatsapp en la escuela, y evitar caer en la autocomplacencia.
Esto no es un ring de boxeo:
Aunque no nos guste una opinión o tratemos de promover una idea, no debemos apoderarnos de WhatsApp para intentar persuadir.
¿Qué debemos hacer?
A la hora de crear y mantener una serie de WhatsApp de contenido escolar, hay que tener en cuenta algunas cosas:
Integrar:
A todos los miembros que puedan estar interesados en unirse al chat. No podemos dejar de lado al personal de la escuela ni a los padres.
Recuerde el propósito original:
Los temas a tratar y los archivos a enviar deben ser relevantes para el centro o la sala.
Elige un administrador del grupo:
O al menos la persona responsable de moderar el grupo y servir de enlace entre padres y profesores cuando surjan problemas comunes.
Evite los grupos paralelos en los que se discuten temas que sólo afectan al grupo general. Esto conduce a una falta de fluidez en la discusión, lo que puede dar lugar a malentendidos.
Conclusión
Las nuevas oportunidades que ofrecen las herramientas y aplicaciones informáticas deben evaluarse antes de utilizarlas para conseguir los resultados previstos.
En esta entrada le presentamos un articulo del periodico El Pais donde puede encontrar consejos para sobrevivir a los grupos de Whatsapp.
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