Saltar al contenido

El miedo en los niños ¿de dónde viene?

El temor en los niños es algo frecuente, en general no supone más que una etapa en la que les resulta bastante difícil conciliar el sueño, mas a veces puede ser un inconveniente mayor si se extiende su duración en el tiempo o bien el temor en los niños desencadena pesadillas usuales o bien ataques de ansiedad en el momento de dormir.

Llega la noche, ya ha cenado, se ha bañado y se ha cepillado los dientes. Se pone el pijama y se marcha a la habitación un tanto a duras penas. Llega el instante clave: le das un beso de buenas noches y le apagas la luz. Al poco tiempo su habitación se alumbra y te llama. “No puedo dormir” o bien “tengo miedo” acostumbra a ser el inicio de una noche más que acabará con un inquilino en vuestra cama.

La contestación no es fácil, por el hecho de que las razones del temor en los niños cambian conforme el niño y la edad, mas es algo general sobre todo en menores de diez años.

Uno de los miedos más frecuentes en nuestros hijos es la obscuridad y todo cuanto esto supone.

El origen del temor en los niños

Cuando un niño tiene temor a la obscuridad, o bien a los monstruos, no está sencillamente siendo víctima de su imaginación. El temor en los niños tiene un origen primitivo y al unísono depende de una repercusión social, que cambia conforme la cultura a la que pertenece. Uno de los temores más frecuentes cuando son pequeños es el miedo a cierto género de criaturas, reales o bien no, desde leones, cocodrilos, perros, lobos o bien arañas, hasta vampiros, brujas o bien zombis.

Este temor tiene su origen en el ADN humano y su causa no es otra que la de eludir las situaciones en las que nos hallamos indefensos o bien expuestos a riesgos externos. El instinto de supervivencia se reflejaba en el miedo a los animales con los que convivíamos en nuestros inicios: los animales más grandes y más fieros suponían una amenaza para la especie, en consecuencia había que estar alarma continuamente y más cuando la visibilidad reducía y se estaba más expuesto a un ataque.

El temor a las víboras, los leones o bien los cocodrilos brota en los niños de forma espontánea por esta razón, si bien no sean animales con los que el niño conviva en su día tras día. Aun los seres falsos tienen como base el temor a criaturas grandes que pueden suponer un riesgo.

Con el tiempo el temor a la obscuridad o bien a dormir solos desaparece. Es esencial tratar el temor en los niños de una forma próxima mas sin que suponga una complejidad mayor en un largo plazo.

La ayuda que se le pueda suministrar a un niño con temores nocturnos pasa por crear zonas seguras como dejar una luz encendida, leerle un cuento en el que el protagonista debe enfrentarse a un temor afín (como un dragón) o bien hacerle compañía hasta el momento en que se duerma en los casos más reincidentes.

Si el temor persiste o bien va en incremento es recomendable la intervención de un especialista, el enfoque de un profesional puede asistir tanto al niño como a los progenitores a poner bajo control este inconveniente. Siempre y en todo momento teniendo presente que no debe suponer un inconveniente y que es propio de la edad y no algo infrecuente o bien concreto de nuestro hijo.

*Te aconsejamos el libro El sueño infantil y sus dificultades, de Jesús Jarque. Un manual para encarar las contrariedades frecuentes relacionadas con el sueño que acostumbran a presentarse en los niños de tres a doce años.

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)